miércoles, 22 de julio de 2015

mensaje personal



Hola Ruth!!

Aplicada y con toda la actitud para iniciar esta etapa de nuestro curso que se me antoja muy intensa . quizás un poco laboriosa o inusual para mi,  pero, bien.
Quiero compartir mi experiencia con el portafolio de evidencias

MI ENCUENTRO CON EL PORTAFOLIO DE EVIDENCIAS
Mi experiencia con los portafolios es muy reciente, quizás de hace más menos 8 años,  desde que asimilé e inicia para mí,  la reforma laboral en la que estamos inmersos y digo para mí, porque en mi trayectoria me han tocado varios cambios de programas en las asignaturas de especialidad que  fueron reformas educativas; sin embargo esta como todos mencionan es una reforma educativa de gran calado y cuando tomo consciencia de ello me encuentro con términos no todos nuevos pero si con otro significado para mí,  como competencias, atributos, constructivismo,  tecnologías de la comunicación, etc. ; y  el tema en cuestión “portafolio de evidencias”.
Viene a mi mente que en el 2006 tome un diplomado para las competencias docentes del siglo XXI y era muy novedoso  el tener que enviar fotografías de todo lo que hacía en el aula, fue mi primer contacto real con el término evidencia. Y quizás cuestionen ¿que nunca se tomaba fotografías? la respuesta es sí,  pero, tenían otro significado, para mi eran mis recuerdos, mis vivencias pero jamás había visto una fotografía como una evidencia. Y como baby boomer empiezo a romper mis cuadros y  empieza mi aprendizaje.
Y así con la seguridad de que era lo correcto,  un inicio de semestre decidí darle el nombre a la libreta de  “portafolio de evidencias”. Mi primer encuentro con este término lo aterrice mencionando a los muchachos que su libreta era su portafolio de evidencias, la cual que debía tener una hoja de presentación,  un programa, las competencias a desarrollar, el plan de evaluación, un reglamento y fui muy atrevida y les pedía una portada, que podía ser una fotografía de ellos, de su novio (a), de su actor, jugador, cantante favorito.
Pero aun no lograba entender del todo, la importancia de este portafolio, porque si bien llegaban los papas a preguntarme sobre el aprovechamiento de sus hijos, lo primero que les pedía era su portafolio y me daba cuenta que no podía demostrar que los alumnos tenían inconsistencias, porque es común que los muchachos te digan “le pedí permiso para ir al baño”; estaba en el salón y no la oí, o no me oyó  en fin había una serie de vacíos de evidencias.
Entonces el siguiente semestre pedí que los padres de familia la firmaran,  luego se me ocurrió agregar reportes, pegar calificaciones de los parciales y que cada alumno llevara su control de asistencias, etc. de tal forma que la libreta estaba  gorda  llena de documentos.
Esa libreta debía contener todos los apuntes dados por el facilitador, las tareas, las actividades hechas en clase,  era quizás como un compendio de todo lo que se hacía durante el semestre, los rotafolios, carteles, periódicos murales,  que se hacían eran para el día, porque era imposible cargarlos todos los días o pegarlos en la libreta y quizás se tomaba una foto y nada más, (porque la cámara no la visualizaba como una herramienta de trabajo, sino como de entretenimiento.) pero esta foto no se guardaba o no la imprimían los muchachos, en fin.
Con el paso del tiempo he logrado que los muchachos de forma anexa a la libreta,  guarden los trabajos más significativos para ellos y para satisfacción mía los muchachos están mucho más interesados en su aprendizaje que se ve reflejado en las actividades que desarrollan, que son una clara evidencia de los logros alcanzados.
Esto hizo que cada semestre  sistemáticamente se me ocurría   agregarle  más apartados al portafolio de los muchachos y no sé,  debo reconocerlo en qué momento me di cuenta que yo necesitaba también mi portafolio, y empecé con guardar algunos exámenes, algunas fotografías, etc. sin embargo faltaba más.
Porque si bien es cierto no soy  docente de formación, reconozco que después de algunos años en esta profesión me tomo mi tiempo para preparar mis clases y prepararme  para impartirlas.
Y si, hago mis análisis  y me autoevalúo, sin embargo lo hago solo para mí sin evidencias, en esos momentos que piensas ¿Qué estás haciendo mal? y ¿Cómo justificas un aprendizaje y lo relacionas con una calificación? 
Esto hace crisis más a o menos hace un año donde de manera colegiada en la Institución,  tratamos de elaborar un portafolio docente el cual determinamos que debía tener una autobiografía, una ideología, un programa, las competencias,  etc., pero igual estoy aquí tratando de encontrar el rumbo de mi portafolio. Porque hasta ahora lo que me queda claro es  que el portafolio es personal y contiene lo que para mí es significativo en función a mis objetivos.
Y encuentro una luz con la lectura de Prendes Espinosa & Sánchez Vera donde recopila algunos conceptos de portafolio, que defino como “Colección de materiales físicos, visuales, auditivos, audiovisuales, elaborados de forma tangible o intangible de acciones realizadas con la finalidad de alcanzar un aprendizaje  a través  del desarrollo de competencias.
Bien,  ahora partiendo de esto puedo decir que todo lo tangible es todo lo objetivo, lo que  los alumnos o yo hacemos para mostrar ese aprendizaje al exterior, y entonces lo intangible es ese momento de recapitulación que tanto alumnos como facilitadores debemos hacer hacia nuestro interior, el análisis, el escribir nuestra argumentación de lo que queremos alcanzar y hemos logrado, de cómo vamos avanzando en la construcción del conocimiento,  esta parte es estrictamente personal, nadie más que nosotros debemos saber qué es lo que nos está faltando, y no porque sea top secret, sino  porque el aprendizaje es un proceso superior,  complejo,  interno y  personal. Que muchas veces no sabemos ni como lo aprendemos lo único que sabemos es que queremos y nos interesa hacerlo nuestro y una vez que lo logramos, entonces   el conocimiento se socializa.
Ahora sé que un portafolio de evidencias va a servir para evaluar mis avances en el plan trazado y va poder mostrar 


Quiero compartir una evidencia que disfruto mucho, que es una práctica recurrente de mi quehacer docente y que invariablemente al inicio y termino del semestre la vivo.
Mi encuentro con padres de familia, espacio que ocupamos para hacer compromisos, subrayar nuestras áreas de oportunidad y finalmente aplaudir nuestros logros.



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